Aprovechando el año de los juegos olímpicos, la Momia esta vez está en China, y es un emperador petrificado hace dos mil años (Jet Li, que hace muy bien de dictador malo). Y la recreación de China en 1946 está muy buena, junto con las bestias mitológicas.
Hasta ahí lo bueno de la película. Después viene lo malo: Evelin. La hermosa, sensual y despistada esposa de Rick era brillantemente interpretada por Rachel Weisz. Pero ella no quiso hacer esta película, dice que fué porque el personaje no era el mismo que las anteriores (y por el guión se nota). Entonces los productores no se hicieron problema, contrataron a una reemplazante: Maria Bello. La cual no tiene nada que ver con la actriz anterior, desde sus rasgos físicos(es más refinada que la generosa Rachel) hasta la forma de ser (acá la hace más atenta, aburrida, buena, sin gracia).
Y cuando vas a ver una continuación esperás a los mismos de la anterior, al ver un cambio tan grosero te desanimás y ves la película con mucha tristeza. También el hijo pasa a ser el principal del film, y el actor elegido es cualquier cosa, Luke Ford no se parece nada al anterior y tampoco parece el hijo de Brendan Frasier (se llevan 12 años de diferencia solamente). Y Volvió el cuñado tan gracioso de las anteriores, pero casi ni aparece.En sí la película tiene pocos personajes y mucha acción, es demasiado simplista.
Parece una película para chicos sin gracia.El cambio de director le vino mal, es triste ver el derrumbe de la saga por un par de malas decisiones que le quitan la esencia a estas películas de La momia.Puntaje: 5
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